El absentismo laboral: ¿Prevenir o curar?

El absentismo laboral es un fenómeno que por su alcance y dimensión creciente afecta de forma progresiva a los costes de producción de las empresas y de gestión de la Seguridad Social.

Absentismo

El absentismo, como escribe Gili Maluquer, «no es un problema médico, sino un fenómeno sociológico inherente al desarrollo industrial y económico, encontrándose directamente vinculado a la «actitud» del individuo y de la sociedad ante el trabajo. Todo lo que propicie una «actitud» adecuada (mando, representatividad, satisfacción, singularidad, motivación, etc.) redunda en un menor absentismo, y todo lo que favorece un deterioro de esta «actitud», redunda en un mayor absentismo (falta de promoción, nivel económico bajo, trabajo monótono y repetitivo, trabajo manual, masificación, indiferenciación, deterioro del clima laboral, malas condiciones de seguridad e higiene, etc.)».

El absentismo laboral en España

Las malas posturas en el trabajo diario provocan constantes dolores en cervicales y espalda entre los trabajadores. El porcentaje medio de horas perdidas pasó del 2,6% en el 2000 al 3,9% en el 2015, lo que supone un incremento del 50%. En 2018 en toda España se plasma un leve aumento, que paso de 31,8 horas de media perdidas en el primer semestre del 2015 a 32,2 en el mismo periodo de este ejercicio, según los datos de la Encuesta de Coyuntura Laboral del Ministerio de Trabajo. La duración media de las ausencias oscila entre 7,2 días por enfermedad, 3,5 días por motivos personales y 2,2 días por accidente. Se pone de manifiesto una discordancia entre la importancia que tiene el absentismo para las empresas y la poca atención que le dedican. El 30% de las empresas respondieron que no tienen mecanismos de control ni políticas definidas para reducir las ausencias, y las que sí los tienen prefieren las sanciones en lugar de mejorar el clima laboral.

¿No sería el siglo XXI el momento oportuno para ponerse a pensar que quizás es mejor prevenir que curar? Cada empresa, en concreto, tendría que hacer una valoración lo más aproximada posible del coste del ausentismo e incluso debería hacerlo para cada unidad autónoma de la empresa. Esa valoración es necesaria para saber cuánto dinero pierde y sacar conclusiones para invertir en reducir el ausentismo laboral, mejorando así las condiciones del trabajador y hasta aumentar la producción.