Cuándo es necesario acudir al logopeda

El logopeda es aquella persona que es especialista en la logopedia. Esta disciplina engloba el estudio, la prevención, la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de las patologías del lenguaje -oral, escrito y gestual- manifestadas a través de trastornos en la voz, el habla, la comunicación y las funciones orofaciales.

¿Dónde se ejercita la logopedia?

El área de actuación de la Logopedia y el ejercicio de la profesión se desarrolla en varios entornos. Por ejemplo el entorno educativo, el lingüístico, el conductual, el clínico, etc. La Logopedia, inicialmente, estaba delimitada en el marco de los Centros Escolares de Educación Especial. Poco a poco, la Logopedia se va abriendo camino y haciendo extensible a las Escuelas Ordinarias. Con motivo de la Ley de Integración Escolar de niños con Necesidades Especiales (sordos e hipoacúsicos, síndrome de down, paralíticos cerebrales, etc.), se abre una brecha importante, y por fin se realiza un soporte de prevención, diagnóstico, estimación, intervención y mantenimiento del área del lenguaje. Actualmente, existen diferentes equipos que ofrecen tratamientos logopédicos a través de la Seguridad Social y también por medio de gabinetes y clínicas privadas.

Cuando es necesario acudir a un Logopeda

Patologías más comunes que trata la logopedia

Las patologías sobre las que interviene el logopeda están relacionadas con pacientes que sufren los siguientes problemas:

  • Problemas de voz (disfonía, afonía).
  • Dificultades en la adquisición del lenguaje (retraso, disfasia).
  • Problemas en la expresión verbal.
  • Dificultades en la pronunciación (disartria, dislalia, disglosia).
  • Dificultad en la lectura y/o escritura (dislexia, disgrafía).
  • Problema en el lenguaje expresivo y/o comprensivo (afasias).
  • Problemas de fluidez del habla (tartamudez).
  • Problemas de respiración, succión, masticación y deglución.

De la misma forma, la figura del logopeda es fundamental, aunque no única, en el tratamiento de patologías tales como:

  • La sordera y las deficiencias auditivas en general.
  • La deficiencia mental.
  • La parálisis cerebral.
  • El autismo.
  • Los pacientes con problemas de comunicación por síndromes, enfermedades, etc.

Además, existen muchos indicadores y síntomas a tener en cuenta, entre ellos podemos nombrar los siguientes:

  • No se le comprende adecuadamente cuando habla.
  • Con frecuencia “se come sonidos”, o agrega otros sonidos.
  • Respira con la boca abierta.
  • Tiene dificultades para pronunciar algún sonido.
  • Se encuentra afónico con frecuencia.
  • Manifiesta que no escucha bien.
  • No diferencia ruidos de sonidos.
  • No habla o lo hace muy poco.
  • Presenta cambios muy drásticos en la voz.
  • Padece alteraciones físicas, por ejemplo parálisis cerebral, espina bífida, etc.
  • Presenta alteraciones sensoriales.
  • Presenta retraso general en el desarrollo y el lenguaje.
  • Se descentra con facilidad ante cualquier situación de la vida diaria.
  • No logra seguir consignas lingüísticas simples.
  • Presenta dificultades a la hora de escribir o leer correctamente.

¿En qué situaciones sería conveniente hacer una consulta a un/una logopeda?

Siempre que los padres, el/la pediatra o el profesor/a lo encuentren conveniente, ya que son los primeros observadores directos del niño/a. Para concluir, aclarar que la función del logopeda no es enseñar a hablar bien, sino proporcionar a las personas que lo necesiten un sistema de comunicación que les permita expresarse. Ya sea este sistema de comunicación mediante el lenguaje oral, escrito, gestual y/o pictográfico (dibujos).